Por Javier Belda. 2021
El título Vacío causal hace referencia a la hipótesis, muy extendida, al respecto de que el vacío no está exento de forma. Nos preguntamos sobre el fundamento científico de esta teoría y también sobre la relación que guarda respecto a las concepciones orientales antiguas, las cuales coinciden con intuiciones profundas del ser humano a lo largo de la historia. En la Disciplina Mental 1 en la forma conciencia-mundo y en lo que no es la forma se encuentra el espíritu, pero no es el objetivo de este estudio el planteo meditativo. Se trata más bien de aportar un orden complementario a las intuiciones. Para tal objetivo, la simple cronología histórica no es suficiente. Igualmente, un punto de vista excesivamente directo nos haría perder un rastro más sutil. Hacemos alusión en el subtítulo al legado de Oriente para tratar de ver ese rastro, para ello nos inscribimos en la hipótesis de que ambos mundos han estado intercomunicados en tiempos remotos y de algún modo anhelan su reencuentro. No es extraño encontrar trabajos donde se pone en relación la física y la cosmología con los principios místicos de Oriente. A la hora de buscar documentación hemos hallado diversas producciones, formuladas desde un punto de vista en el que primaba la cuestión científica o, por el contrario, un excesivo detalle cultural sobre deidades y cosmogonías. Por lo tanto nuestras hipótesis: sobre un vacío causal estructurado y el sincretismo antiguo entre Oriente y Occidente, no tienen nada de novedoso. Esperamos no habernos alejado excesivamente del equilibrio entre la física y la mística. Tras el desarrollo de los tres capítulos, quisiéramos situarnos en un punto que nos permita tener una visión amplia sobre cómo han avanzado las cosas en el conocimiento del mundo material; para mejorar nuestra comprensión y, tal vez, ser capaces de emplazarnos en el momento presente como sujetos activos frente a los nuevos paradigmas.